Tomar decisiones en soledad puede ser un ejercicio muy desgastante. Y quienes tienen la responsabilidad de hacerlo sufren procesos de stress que en general lo atribuyen a la tarea cotidiana.
Se trata de Dueños de Pymes, Emprendedores, Directivos de diferentes organizaciones, que diariamente se encuentran con situaciones que requieren de tomar decisiones precisas y correctas. Y por el lugar que ocupan se encuentran con dificultades para compartir, cotejar y buscar la ayuda necesaria para tomar la decisión correcta.
Revisemos un ejemplo basado en un hecho real:
“Un directivo de una PYME decide que una de las personas de un área tenga un tarea de supervisión sobre otras personas. El directivo sabe muy bien que éste tipo de cambios generan diferentes situaciones y emociones en todas las personas involucradas.
El directivo es una persona inteligente que cuenta con asesores externos a los cuales recurre para resolver situaciones cotidianas de su empresa. Sin embargo ante esta situación se encuentra con que su contador sólo puede darle ayuda respecto a temas salariales, y su abogado respecto a situaciones que contemplan el contrato y el convenio que regula la actividad. Pero se pregunta ¿quién puede ayudarlo a pensar, prever y trabajar con las situaciones y emociones que producirá con la propuesta?......”
Tal como lo muestra el ejemplo, el directivo es una persona que tiene una capacidad introspectiva y conoce con que recursos cuenta dentro y fuera de la empresa. Sabe cuales son sus fortalezas y cuáles sus Oportunidades, y por esa razón puede pedir ayuda.
Este pedido de ayuda, a la hora de tomar decisiones es un modo de reducir el estrés que puede producirse y a su vez agregar valor a cada una de las decisiones que toma.
